TEXTOS DE OPINIÓN
La importancia de comer de todo
Algunos comen sólo dulces y postres y eso no está nada bien. Hay que
comer de todo. Comiendo sólo dulces, se te estropearán los dientes y, además,
abusar del azúcar no es bueno ni para tu estómago ni para tu salud en general.
Debemos seguir una alimentación variada, porque, de lo contrario nuestro
crecimiento puede verse perjudicado. Nuestro cuerpo necesita diferentes
sustancias nutrientes y estas se hallan repartidas entre las diferentes clases
de alimentos. Cada tipo de alimento nos aporta algo que nuestro cuerpo
necesita, por eso debemos comer de todo. No comer algún tipo de alimentos puede
producirnos problemas de salud, puesto que nuestro cuerpo puede estar falto
defensas o de vitaminas. Una mala alimentación puede producirnos enfermedades,
problemas de obesidad o de falta de peso y un mal desarrollo.
En defintiva, no hay ninguna duda: ¡no podemos permitirnos renunciar a
ningún tipo de alimento!
Instituto de
Pediatría Infantil
Olvidemos a las flores
Por Rubén Bianchi.
El viernes
pasado tuve la desgracia de ir al viejo teatro “Pequeñas grandes obras”,
situado en la calle Corrientes. Bien leyeron, la desgracia. Si bien la obra
“Flores olvidadas” había recibido críticas extraordinarias y de colegas que
aprecio y respeto debo expresar lo patética que me pareció personalmente dicha
obra.
En primer
lugar, el espacio de este teatro no era adecuado para la obra mencionada. Su
elenco era muy numeroso para poder desplegarse con total desenvoltura en el
pequeño escenario. Ya que he mencionado al elenco deseo recalcar que si bien la
obra fue presentada por dos reconocidos actores, los mismos solo aparecieron
unos pocos minutos en escena.
En cuanto a
la obra en sí, creo que pocos colegas y espectadores advirtieron las
similitudes que presentaba con otras obras ya presentadas en ese mismo
escenario. Creo que he sido generoso en decir similitudes, el verdadero nombre
que debería recibir es plagio. Pero a esta gran copia de otras obras debe
sumársele el innecesario uso de vocabulario rebuscado e incluso muchas veces
trillado, el gran número de personas entrando y saliendo del centro de atención
sin que los espectadores alcancen a comprender el porqué de sus idas y vueltas.
En fin, una
obra que trata de confundir a su espectador para tratar de disimular la
simpleza que en realidad presenta. Quisiera compartir honestamente con todos
mis lectores el disgusto que me generó como espectador.
Seguridad vial
Por Estela
Páez.
Luego del
accidente de tránsito sucedido hace apenas cuarenta y ocho horas quiero
compartir algunas reflexiones al respecto.
Podría
decirse que esta catástrofe es prácticamente la crónica de una muerte
anunciada. Nuestras calles se encuentras atestadas de conductores que no conocen
las reglas mínimas de tránsito e inclusive muchos que no poseen la licencia
correspondiente para hacer uso de un automóvil.
Es
importante entender que un auto es una herramienta, pero también un arma, una
muy peligrosa. Es por ello que es necesario que todos los conductores conozcan,
rigurosamente, en su totalidad las normas de tránsito y hayan superado los
exámenes necesarios para hacer uso de un vehículo. También es necesario
concientizar a peatones y ciclistas la necesidad de respetar de igual forma las
reglas en la vía pública.
En mi
humilde opinión, no solo los ciudadanos tenemos gran responsabilidad en los
accidentes de tránsito que suceden a diario sino también los medios y el
estado. Creemos que podemos hacer uso de nuestro vehículo de manera
indiscriminada, por eso superamos las velocidades permitidas, pasamos los
semáforos en rojo, conducimos alcoholizados, etc-. Fuentes oficiales
afirman que al menos veinte personas mueren por accidentes de este tipo cada
día, una cifra que debería alarmarnos, pero parece que no prestamos atención a
estos números que parecen realmente importantes. Sin embargo somos
capaces de recodar otras cifras banales, como el rating de los programas de
televisión.
El estado
debe educar y concientizar a los ciudadanos sobre educación vial. Le corresponde
también detectar los delitos producidos en las rutas y calles y sancionar a los
responsables de manera severa y con las penas ejemplarizadoras.
En resumen
considero elemental el compromiso de todos cuando hablamos de seguridad
vial, pero fundamentalmente se puede mejorar con la educación vial desde los
primeros años de escolaridad y controlando y castigando severamente a quien no
respete las leyes de tránsito.
(ESTOS TEXTOS FUERON TOMADOS DE LA RED Y ADAPTADOS PARA UN PRIMER ACERCAMIENTO AL ANÁLISIS.)
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